lunes, 11 de mayo de 2015

Santos niega presiones de las FARC

Juan Manuel Santos.
Juan Manuel Santos.
Colombia .- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, negó hoy que la decisión de suspender la aspersión aérea de cultivos ilícitos con el herbicida glifosato obedezca una concesión al grupo guerrillero FARC, con quien negocia la paz en Cuba.

"Están diciendo hasta que esto fue una orden de las FARC, hágame el favor. Que eso fue una orden de La Habana, que eso fue pactado en La Habana. Eso es falso", manifestó Santos, en su programa televisivo de los lunes.

"Lo hemos dicho mil veces, está en los textos que acordamos con las FARC, que nosotros no renunciábamos al uso de las aspersiones y del glifosato. Eso no tiene ni pies ni cabeza que ahora se diga: no es que eso es una concesión
a las FARC. No es ninguna concesión a las FARC", agregó el mandatario.

El pasado 28 de abril, el Ministerio de Salud recomendó no volver a usar este tipo de herbicida, basado en un estudio elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que hace parte de la Organización Mundial de la Salud, que clasificó al glifosato como un producto probablemente cancerígeno.

Desde entonces, varios sectores en el país salieron a criticar la inminente suspensión del uso del químico en la lucha antidrogas, que se prevé ocurrirá en octubre próximo y cuya decisión final se conocerá esta semana, cuando se reúna el Consejo Nacional de Estupefacientes.

Los dos principales opositores del gobierno de Santos, el ex presidente y ahora senador derechista Alvaro Uribe, y el procurador general, Alejandro Ordóñez, fueron los portavoces de esa crítica por el retiro del glifosato.

Mientras Uribe se preguntó con qué pensaba el gobierno reemplazar el herbicida, el procurador fue más lejos al asegurar que se trataba de un "golpe de gracia" a la "política contra los cultivos ilícitos".

"Se verán las consecuencias, de que tendremos un partido político financiado por el narcotráfico y ahora con las alforjas más llenas como consecuencia por la suspensión de las fumigaciones aéreas", dijo en tono apocalíptico Ordóñez, en referencia directa a las FARC, que en su parecer serían los beneficiados con esa decisión.

Santos aseguró hoy en su intervención que las autoridades, en particular, el Ministerio de Defensa y la Policía Antinarcóticos, van a tener que sentarse a elaborar una "plan de transición" para reemplazar la estrategia de erradicación de cultivos.

"Que se sienten y elaboren un plan de transición para que cuando se suspendan efectivamente estas aspersiones comience un reemplazo, un plan b, que no afecte, todo lo contrario, que sea más efectivo en nuestra lucha contra el narcotráfico", sostuvo el jefe de Estado.

Una de las posibilidades que ha surgido en las semanas que le siguieron tras la recomendación del Ministerio de Salud es la de aumentar la erradicación manual, una opción que implica menor cobertura en hectáreas y mayores riesgos, por la proliferación de minas antipersonal en cercanía a los cultivos ilícitos.

El ministerio de Defensa, Juan Carlos Pinzón, asumió con una suerte de resignación la inminente suspensión de las aspersiones, al tiempo que apuntó que los militares y la policía seguramente van a incrementar sus actuales operativos para acabar con laboratorios para el procesamiento de drogas y el decomiso masivo de estupefacientes.

"Aquí lo que se va a seguir haciendo es una lucha sin cuartel con las herramientas e instrumentos que tengamos a disposición con toda la contundencia. Lo que aquí no podemos permitir es que se ven beneficiados de algunas decisiones los miembros de los grupos criminales y terroristas. No podemos darles ese gusto", sostuvo hoy Pinzón.

Según cifras oficiales, mientras en una jornada diaria se pueden asperjar desde avionetas unas 100 hectáreas cultivadas, el programa de erradicación manual apenas puede arrancar en un día unas siete hectáreas del arbusto de hoja de coca.

El glifosato tomó mayor preponderancia en la lucha antidrogas del país a finales de los años 90, cuando entró en vigencia el denominado ’Plan Colombia’, respaldado y financiado por Washington para lucha antinarcóticos fuera de sus fronteras y de paso contra los grupos armados ilegales, los cuales se benefician de esos sembradíos.

Precisamente Estados Unidos ha tenido en las últimas semanas un discurso ambiguo, pues mientras algunos funcionarios de la Casa Blanca respaldan el uso del químico, cuyo mayor fabricante es la multinacional Monsanto; el embajador en Bogotá, Kevin Whitaker, sostuvo que en tal sentido se respetará la autonomía colombiana.

Frete a ese particular, Santos dijo que se mantendrá la colaboración plena con Estados Unidos, porque "en esto tenemos total coincidencia, tenemos que ser socios en la lucha contra el narcotráfico y seguiremos siendo socios", apuntó.
Fuente: Ansa Latina

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