lunes, 7 de noviembre de 2016

El buen gobierno Cooperativo

Santo Domingo .- Los órganos de administración, dirección y control de las cooperativas, también denominados órganos centrales (Consejo de Administración, Consejo de Vigilancia y Comité de Crédito) están compelidos a encausar sus entidades por senderos de desarrollo y bienestar en un perfecto clima de armonía interna y en paz con toda la membresía.

Bajo una dirección correcta y madura las cooperativas avanzan y prosperan simultáneamente en sus dos dimensiones: la dimensión social y la dimensión económica; de este modo siempre resultarán beneficiados los socios de las empresas cooperativas, la comunidad en general y el movimiento cooperativo.

La doctrina cooperativista adopta conceptos propios de principios y valores éticos y morales
que proporcionan la base como regulador para el diseño e integración entre los órganos e individuos y el funcionamiento coordinado de cada uno. Basta con seguir con apego estos principios universales, los mismos nos llevarán a la gobernabilidad cooperativa que es un salto cuántico de la dirección ordinaria a la dirección innovadora y competitiva que exige el siglo XXI.

Un buen gobierno cooperativo aclara y reglamenta las relaciones entre los órganos, define cada entidad interna y sus funciones, esto garantiza una mejor planificación y manejo más eficiente de los presupuestos, logrando un nivel de armonía que incide grandemente en el éxito corporativo e impacta positivamente el logro de los objetivos institucionales y estratégicos de las cooperativas.

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