El pobre no tiene donde ir

Escrito por Pedro N. Guzman.-

Santo Domingo.-Es un verdadero drama humano el que vive nuestra población de escasos recursos cada vez que tiene que acudir a cualquiera de los hospitales en nuestro país para demandar servicios de salud.

Empecemos dando una mirada a la cantidad de horas que un paciente debe permanecer, “sin ser atendido”, en los hospitales ya que debe llegar de madrugada para apostarse en filas interminables para poder facturar servicios o consultas, casi siempre de pies en vista de que nuestros centros de salud, por lo general, no disponen de áreas adecuadas para estos fines; y nadie de las áreas administrativas parece notarlo.

El miércoles pasado, en un hospital del distrito nacional, conversamos en una fila con doña María Peña, una paciente de 68 años de edad, residente en el sector de la Puya. María llegó ese día al hospital, donde se atiende regularmente sus afecciones cardiacas, alrededor de las 06:00 am, con el objetivo de hacerse unos análisis que tenía indicados, ya eran las 10:45 y nuestra pobre anciana aún se encontraba en la fila sin poder pagar para entrar al turno de hacerse sus análisis en el laboratorio. Fíjese usted que Doña María, bastón en mano, padece de artritis y diabetes; ¿Imagina usted lo que significa para un paciente diabético y con artritis estar por casi cuatro horas en una fila en ayunas?

Paula Rodríguez, es otra paciente que aunque más joven que María, no pudo resistir tanto y sufrió un desmayo en la fila, teniendo que ser llevada a la unidad de emergencias del hospital, para complicar su situación Paula en medio de la confusión, por el desvanecimiento que experimentó, perdió su cartera, con sus documentos y otras pertenencias. Por suerte, al final, otra señora que estaba detrás de ella en la fila la tomó y luego la devolvió integra.

Yo me pregunto: ¿será que existirá un lugar donde los pobres puedan acudir a recibir servicios de salud, donde sean atendidos con dignidad, un lugar que no esté sobrepoblado, que haya camas suficientes para pacientes de emergencias e internamientos, que ese lugar cuente con suministros, medicamentos y un personal amable y dedicado? Si lo conoce usted por favor déjeme saber; mientras tanto seguiré pensando que en este país “El pobre no tiene donde ir”.