Barcelona, España .- Estremecedor, duro y precioso a partes iguales. Así fue con toda seguridad el emotivo y duro momento en que una madre escucha los latidos del corazón de su bebé fallecido en el cuerpo de la niña de cuatro años que recibió el corazón trasplantado de su hijo. El conmovedor encuentro, que recoge la revista People, tuvo lugar en el hospital estadounidense en el que se realizó el trasplante.
Heather Clark tuvo que tomar la que probablemente fue la decisión más dura de su vida. En 2013 su hijo Lukas fallecía con apenas siete meses por las complicaciones de un supuesto abuso de un conocido de la familia y sus padres optaban por que sus órganos sirvieran para dar vida a alguien. Y ese alguien fue Jordan. El corazón del pequeño Lukas fue trasplantado a una niña de apenas 15 meses de edad que había pasado su aún corta vida en el hospital por un problema cardíaco (regurgitación de la válvula mitral). El trasplante fue un éxito y Jordan consiguió un corazón sano
que le permitiera llevar una vida normal.Heather Clark tuvo que tomar la que probablemente fue la decisión más dura de su vida. En 2013 su hijo Lukas fallecía con apenas siete meses por las complicaciones de un supuesto abuso de un conocido de la familia y sus padres optaban por que sus órganos sirvieran para dar vida a alguien. Y ese alguien fue Jordan. El corazón del pequeño Lukas fue trasplantado a una niña de apenas 15 meses de edad que había pasado su aún corta vida en el hospital por un problema cardíaco (regurgitación de la válvula mitral). El trasplante fue un éxito y Jordan consiguió un corazón sano
Un latido para el recuerdo
Dos años más tarde, las madres de Lukas y Jordan se localizaron a través de Facebook a pesar de que la donación fue anónima y acordaron el emotivo encuentro en el hospital de Phoneix (Arizona, EE.UU.) en el que se había realizado la operación. Mediante un fonendoscopio, Heather pudo escuchar el corazón de su hijo Lukas bombeando en el cuerpo de su nueva ‘propietaria’, la pequeña Jordan, y su cara, (la CNN recogió el momento en un vídeo) evidenciaba la emoción y el shock del momento. “[Lukas] Se ha ido, pero él va a seguir viviendo a través de Jordan para siempre”, comentó la emocionada madre que recordaba el “difícil” momento en el que tuvo que firmar los papeles para la donación. Pero tras el encuentro con Jordan tuvo la certeza de que no se había equivocado.
Tampoco Esther González, la madre de Jordan, la niña que ahora vive con el corazón de Lukas, no podía reprimir la emoción. “Voy a decirle [a Jordan] que Lukas le salvó la vida”. Y la mamá del bebé donante respondía: “Lukas ha dado a Jordan esta oportunidad en la vida y sé que está mirando hacia abajo deseándole lo mejor y diciéndole que viva su vida al máximo”.
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