Beirut .- Tubos de metal y cadenas eran usados para castigar brutalmente a las mujeres que violaban el férreo código de vestimenta impuesto por el Estado Islámico (EI) en la ciudad de Manbij, norte de Siria.
Los encargados del castigo eran los integrantes de la "policía religiosa" de los yijadistas, según fotos y videos difundidos hoy por milicianos laicos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y publicados por diversos medios, entre ellos, el diario británico Daily Mail.
"Las cadenas se usaban para maltratar a los hombres y los tubos de metal a las mujeres", explicó un integrante de las SDF, quien describe cómo los residentes de Manbij sufrieron
durante años el terror de Estado Islámico.
Los yihadistas observaban a escondidas la vestimenta de las personas y si alguna violaba las rígidas reglas de la Sharia (ley islámica) eran arrastrados hasta un centro especial para interrogarlas y castigarlas.
También los hombres sufrieron estos castigos. Especialmente si usaban pantalones muy estrechos o jeans o si eran sorprendidos fumando un cigarrillo. El lugar, descrito como una "cámara de torturas", ubicado en Manbij -la ciudad parcialmente liberada de yihadistas que en las últimas horas huyeron, llevándose a 2.000 civiles como escudos humanos y donde se suceden feroces combates- fue develada a los medios de comunicación.
Un miliciano se encargó de mostrar el sitio a distintos cronistas de prensa. También señaló un mercado vecino y explicó que, en ocasiones, mujeres que usan burka (velo negro que las cubre de cuerpo entero)se descubren los ojos por un segundo para observar bien las mercaderías o para pagar por ellas. Ese mínimo gesto bastaba para ser arrestadas por la policía religiosa. "Es una humillación total, una humillación a toda la humanidad", subrayó el miliciano, y agregó que en ese edificio "se cometieron algunas de las peores violaciones contra la gente de Manbij".
Entre otros relatos, el integrante de las SDF, recordó el de un comerciante, que fue "detenido" sólo porque en su negocio una mujer que llevaba burka estaba maquillada, y lo había develado al descubrirse los ojos por un instante. Un video que comenzó a circular en las últimas horas da cuenta del clima de terror sufrido por los habitantes de Manbij, especialmente por las mujeres.
En las imágenes se ve a una joven que usa burka quien, tras la "liberación" de su barrio por parte de Estado Islámico, se retira por un momento la máscara negra que le cubría el rostro para dar paso a las lágrimas, ante el gesto atemorizado de su pequeño hijo. Tal vez testigo de abusos sufridos por su madre, el niño intenta cubrirla rápidamente mientras mira a su alrededor, aterrado.
Fuente: Ansa Latina.-
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